Siempre soñé contigo Oriente, manantial antiguo de vida, de sabiduría, de luz, de historia. Un día llegué a ti, pero no pude acariciarte, no pude hablarte, no pude verte, pero te sentí como en mis sueños y te abracé. Fui dichosa, pero fue solo un sueño, y allí estás dulce oriente.
EL ORIENTE
Seda
