Niño. Ser niño toda la vida, mantener la inocencia infantil, guardar su fantasía y sus sueños para nunca perderlos.
En su algarabía, sube la escalera del mundo; lentamente mira a su alrededor, aspirando el aroma de las flores y cubriéndose con la magia de infinitos colores sube, sube y decide sentarse en la ventana del mundo, dialogar con el universo con palabras mudas pero sonoras, con colores y armonía. Y es allí, que tiene una visión, un “órama”: su Mundo, un Mundo perfecto, desbordante de bellas emociones, un Mundo que contiene inimaginable ternura y hermosura: un mar de aguas límpidas, montañas que abrazan el cielo con cálidas manos para recibir el trinar de los pájaros,…., y , en fin, un Mundo mágico, un Sueño infantil, lleno de ternura, calidez, alegría e inocencia.